‘Aquí no paga nadie’ de Dario Fo es un libro que me ha gustado mucho, y lo único que lamento es que no puede llegar a todos los lectores españoles. Al final diré por qué.
Al contrario que en ‘Muerte accidental de un anarquista’, aquí, la pieza teatral es más bien anticlimática. Toda la acción se desarrolla al inicio, para ir arrastrando las consecuencias del climax inicial, hasta derrumbarse.
En todos los países democráticos la censura es tan sutil que ni te das cuenta que existe. La única manera de burlarla es con la comedia del absurdo, y Darío Fo, en eso, la verdad es que es un maestro. Tiene pocos pelos en la lengua.
Las clases obreras italianas vivían en la miseria en los años 50, 60, 70 e inicios 80, de manera no muy distinta a la postguerra mundial -véase el film de Ladrón de bicicletas-. Los precios de los alimentos básicos están por las nubes. Robarlos puede ser la solución, pero el código penal es implacable. Penaliza por igual al ladrón rico y al pobre, aunque éste no coma desde hace tiempo.
Todo este drama, Dario Fo, lo sabe convertir en una comedia divertida, donde rige el incoherencia, fiel al mundo que describe, y se con ella se reirá por no llorar. Lo que sí que queda implícito, a modo de perorata final, es el desahogo a gusto de Fo.
Ahora os daré la decepción que anunciaba al principio, y es que la edición castellana está descatalogada, aunque bueno, para los catalanoparlantes tiene la edición valenciana que edita Bromera. Si queréis leer a Fo, es un buen momento para aprender este idioma español algo minoritario.
